Salamón está resguardado por un estrecho valle situado al pie de la peña Las Pintas (1.993m) y rodeado de pastizales en los que es posible encontrar además de las vacas y caballos de los ganaderos locales o arrendatarios estivales una abundante y variada fauna salvaje: jabalíes, corzos, zorros, gatos monteses, tejones, comadrejas, ardillas, águilas, quebrantahuesos, y un largo etc en el que hay que destacar al rebeco como señor de las cumbres calizas que rodean al pueblo.

La vegetación va variando con la altitud y conforme nos alejamos del pueblo y de las tierras de labor, nos adentramos en el umbrío hayedo que rodea Las Pintas, el monte La Boría, el de Monte Moro o el de Las Ahulladas o en el robledal de las Matas o el de las Orticas. Cuando el frío y la calidad del suelo no dejan crecer las hayas es posible encontrar viejos tejos retorcidos que hunden sus raíces en las grietas de la roca caliza. En lugares más resguardados de los vientos del norte es posible encontrar enebros y sabinas que conforman uno de los sabinares más septentrionales de la península ibérica que se extiende desde Las Fuentes de Crémenes hasta la Collada de la Trébede y monte de Roblo en Salamón y Vegalión en Las Salas.